Antes de empezar a estudiar teatro, ya pasaba veranos de tournée ya que vengo de una familia de artistas; y, gracias a que cada uno de ellos estaba especializado en diferentes aspectos (interpretación, dirección, trabajo corporal, dramaturgia; pintura) mi formación fue muy abarcadora.
A sus enseñanzas, sumé dos de mis hobbies preferidos: mirar la vida boca abajo, y estudiar largamente a las personas.
Me interesé muy profundamente en todo lo que fuera lenguaje no verbal, paralingüística, proxémica, fascinada siempre con lo no revelado y el envés de la palabra
Nunca crecí tanto en la actuación como escribiendo y escribí gracias a haber dispuesto el cuerpo; pintando aprendí de movimiento, de objetos protagónicos y apoyos; el mensaje esculpido de los cuerpos; la danza me dio el juego y la poética del gesto; la música vinculó ánimo y ritmo, la entonación de la estructura y los acentos; el universo sonoro que adjetiva.
En definitiva, no concibo las materias por separado como no concibo un cuerpo desmembrado y sin apoyos y .veo la escena como un entrelazamiento, no sólo de las disciplinas escénicas, sino formando parte de un sistema orgánico y en interacción permanente.